Corresponde a uno de los fenómenos más bellos a mi parecer. Podemos ver, sentir, oler como la naturaleza se manifiesta. El movimiento de la tierra causa cambios en temperatura, luminosidad, y es así como esto repercute en la naturaleza y a nosotros como humanes también. Esta característica cíclica del planeta existe desde sus orígenes y la vida ha convivido con ellos a través de la historia.
Encuentro fabuloso saber que mientras estás leyendo estas líneas, en el país que estés experimentas una estación y que en otro lugar del mundo hay otra totalmente distinta, incluso hay lugares que experimentan menos estaciones.
Es así como el verano nos encanta con sus colores, hojas verdes, altas temperaturas, días largos y noches cortas. Otoño impone su presencia con colores cálidos, caídas de hojas, temperaturas más bajas, días mas cortos y noches más largas. Invierno arriba con días grises, árboles sin hojas, temperaturas muy frías, noches muy largas. Primavera llega con colores vibrantes, presencia de hojas y flores y mucha luminosidad.
Así como es afuera, en nuestro interior también lo es, las estaciones del año influyen en nuestras emociones, se producen muchos cambios a nivel hormonal y de neurotransmisores. Según la época del año nuestra alimentación es diferente y eso también puede influir en el ánimo y en nuestras emociones.
Si bien producto de la globalización y a métodos de cultivo o refrigeración, podemos consumir cualquier alimento independiente de la estación en la que estemos. Poseemos intuición y nuestro cuerpo pide, elige comidas y líquidos según la temperatura.
Para vivir en armonía con la naturaleza, una de las formas de lograrlo es a través de la alimentación.
Escoger los alimentos de la estación y prepararlos adecuadamente nos proporciona las bases fundamentales para mantener una salud equilibrada.
Otoño y sus caídas….
- Si bien se caen las hojas, puede que también se caiga el cabello, utiliza Biotina y Zinc.
- Consume de legumbres y frutos secos.
Invierno y el frío…
- Recurre a la vitamina C, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune y reduce el cansancio y la fatiga.
- Utiliza Camu Camu que posee 40 veces más vitamina C que la Naranja.
- Añade pimentón rojo y zumo de jugo de limón a tus ensaladas.
- Suma tus tecitos o infusiones jengibre.
- Suplementa con Vitamina D3 o D2 si tus niveles están bajos.
Primaveras y las alegrías…
- Utiliza vitamina C ya sea en cápsulas o por medio de alimentos ricos en vitamina C.
- Consume diariamente verduras y hortalizas, en especial de hoja verde, como espinaca, hojas de mostaza, kale, rúcula, brócoli.
- Infusiones depuradoras como Cardo Mariano, Diente de león y Boldo (probablemente comiste cosas más contundentes y pesadas durante el invierno).
Verano y el sol…
- Bebe abundante agua.
- Consume vitamina A para ayudar a tu piel, la zanahoria, lechuga escarola o algas son opciones ideales para aportar la vitamina A que tu piel necesita.
- Cuida tus labios con bálsamos labiales y tu piel con protector solar.
- Utiliza gel de aloe vera para refrescar zonas que se expusieron al sol.
Y para finalizar, te invito a escuchar “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi, que es un grupo de cuatro conciertos para violín y orquesta cada uno dedicado a una estación (La primavera, El verano, El otoño y El invierno) contemplando la naturaleza y su entorno . Es algo hermoso de experimentar.